ANIVERSARIO NACIMIENTO JUANA MANSO
Juana Manso fue una gran defensora de la importancia de la educación de la mujer. A 201 años de su nacimiento la homenajeamos y la recordamos como una de las más distinguidas luchadoras argentinas.
Nacida el 26 de junio en 1819 en medio de los agitados días revolucionarios del Río de la Plata. Hija de un ingeniero español, defensor de las ideas revolucionarias, vivió parte de su juventud exiliada junto a su familia.
Entusiasta partidaria y defensora de la importancia de la educación de la mujer, funda en su casa de Montevideo el Ateneo de Señoritas, donde, además de dar clases de buenos modales e idiomas, implementa por primera vez su metodología pedagógica, que se diferencia de la tradicional por incluir el buen trato a sus alumnas y la anulación de los castigos físicos como método disciplinario.
Juana fue un espíritu inquieto, al que la realidad de su vida supo acompañar permitiéndole viajar y conocer diferentes países, culturas y realidades sociales, de las que se alimentó para continuar su lucha en la elevación de los sectores más postergados: las mujeres, los niños y los pueblos nativos.
Nacida el 26 de junio en 1819 en medio de los agitados días revolucionarios del Río de la Plata. Hija de un ingeniero español, defensor de las ideas revolucionarias, vivió parte de su juventud exiliada junto a su familia.
Entusiasta partidaria y defensora de la importancia de la educación de la mujer, funda en su casa de Montevideo el Ateneo de Señoritas, donde, además de dar clases de buenos modales e idiomas, implementa por primera vez su metodología pedagógica, que se diferencia de la tradicional por incluir el buen trato a sus alumnas y la anulación de los castigos físicos como método disciplinario.
Juana fue un espíritu inquieto, al que la realidad de su vida supo acompañar permitiéndole viajar y conocer diferentes países, culturas y realidades sociales, de las que se alimentó para continuar su lucha en la elevación de los sectores más postergados: las mujeres, los niños y los pueblos nativos.
Proclamaba, “La ignorancia es la más vergonzosa de todas las
esclavitudes”.
Con su tono militante, su audacia verbal y el ejercicio
polémico, Juana irrumpió en un territorio rioplatense aún muy moldeado por la
tradición hispánica, reclamando la reivindicación del papel de la mujer en la
vida social, pública y política; el matrimonio civil; la libertad religiosa y
la protección para los pueblos originarios.
El espacio doméstico, tareas hogareñas, la reproducción biológica y la crianza de los hijos parecía ser el único escenario social destinado, y permitido a la mujer. Mientras que a los hombres les quedaba reservado el honor y la providencia económica.
El espacio doméstico, tareas hogareñas, la reproducción biológica y la crianza de los hijos parecía ser el único escenario social destinado, y permitido a la mujer. Mientras que a los hombres les quedaba reservado el honor y la providencia económica.
Juana, autodidacta, escritora, maestra y periodista, se abre
paso en una cultura exclusivamente varonil, armada con sus ideales de
liberalismo femenino, educación popular y antiesclavista. Y sus herramientas
serían las letras escritas y su discurso alzado a viva voz, para promover el
papel de la mujer fuera de la casa y la familia, y ubicarlo en un nuevo
espacio, el de la educación, la formación profesional, el desarrollo personal,
la plena participación, en condiciones de igualdad, de la mujer en la vida
política, civil, económica, social y cultural.
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